Hoy quiero hablaros de esta bonita historia, “La muñeca de Lucas” escrita por Alicia Acosta y Luis Amavisca e ilustrada por Amélie Graux. Editado por NubeOcho.
Recomendado a partir de 3 años.
¿Qué nos cuenta?
Esta es la historia de Lucas, que le encantan las muñecas. Un día sus papás le sorprenden con una gran caja, es una preciosa muñeca, su deseo se había cumplido.
Jugando en el parque con sus amigas a los papás, llega Teo y le quita la muñeca a Lucas, Teo que es algo brutote, le estropea la muñeca. Y menudo disgusto que se lleva Lucas. Al cabo de unos días Teo llega al parque dispuesto a solucionar el conflicto, y como las buenas maneras, y el diálogo siempre triunfan al final se perdonan y acaban jugando todos juntos, a las muñecas pirata.
¿Qué hay detrás de esta historia?
Según vemos el título y la portada seguro que muchas personas habéis pensado que es otra historia de igualdad de género, cambios de estereotipos y roles. Pues no y sí, aclaro, desde mi punto de vista creo que se está empezando a dar un importante giro en el mundo de la literatura infantil y juvenil, se ha pasado de escribir historias en las que era necesario decir determinadas cosas de forma explícita, a escribir historias en las que se normalizan la infinita diversidad que existe en la sociedad para dar paso otras historias sobre temas que siguen preocupando, por ejemplo, la resolución de conflictos entre iguales, la asertividad, la autoestima, el amor, la amistad…
Y este, es el caso de “La muñeca de Lucas”, en este cuento no se habla de forma explicita de igualdad de género o de cambio de roles o de una nueva masculinidad, no, en “La muñeca de Lucas” se habla de resolución de conflictos, de diálogo, de reconocer los errores y de cómo unos niños y niñas son capaces de perdonarse y volver a jugar juntos y mediar los adultos ( que estoy segura que hubieran empeorado la situación).
Si bien es cierto que a través de sus ilustraciones se deja claro un mensaje de diversidad, pero está tan bien integrado en la historia que no es necesario ni mencionarlo. En sus ilustraciones se normaliza que tanto niños como niñas juegan con lo que a cada uno le apetece, porque, en definitiva, los juguetes son objetos. En las habitaciones de los personajes no hay estereotipos, en el parque hay niños y niñas compartiendo juegos de acción, aventuras, deportes.
Quiero hacer un inciso en el hecho de un niño hay roto la muñeca a otro niño, puede parecer un gesto de burla, pero para nada, yo veo en Teo, un niño algo impulsivo y brutote, que lo mismo podía haber roto un camión, o cualquier otro juguete. Teo también se disgusta, y busca la manera de compensar. Es fantástico ver como él solito busca la fórmula y esto le sirve no solo para que le perdonen también para incorporarse al juego con Lucas y sus amigas.
Tendemos a juzgar a los niños por cómo se relacionan y no somos conscientes de que igual no saben hacerlo de otra manera, hay muchos factores que determinan su conducta, desde los modelos que tienen en su entorno más cercano hasta posibles dificultades para controlar su impulsividad.
En definitiva estamos ante una historia que nos cuenta como unos niños han sido capaces de solucionar un conflicto y además han ganado un amigo nuevo.
«La muñeca de Lucas» lo podéis conseguir en La Crisálida.