La semana pasada comenzaba el post hablando sobre la capacidad de las personas para reconocer y gestionar las emociones. Esta semana quiero hablaros de un álbum ilustrado que refleja muy bien el reconocimiento de las emociones. ¿Alguna vez habéis sentido que os salían cuernos y rabo, o qué cambiabais de color, o empequeñecíais? pues esto mismo es lo que le pasa a nuestro protagonista de “¿Qué bigotes me pasa?”
¿Qué bigotes me pasa? María Leach. Olga de Dios. Editorial Destino Infantil & Juvenil
Recomendado a partir de 3 años.
¿Qué nos cuenta?
Nuestro protagonista está hecho un lío, no sabe muy bien que le ocurre.
María Leach pone voz en forma de rima a esta simpática «cosita» creada por Olga de Díos. En cada página nos va recitando situaciones que vive, los cambios corporales que experimenta y las reacciones fisiológicas que todo esto le provoca. Al final de cada poema deja un espacio para reflexión que invita a deducir qué emoción es la que está sintiendo. Poco a poco el personaje se va dando cuenta que necesita sentir y expresar esas emociones, que eso es lo normal, lo saludable.
Las ilustraciones de Olga de Dios, no dejan indiferente al lector o lectora, según abres el libro la paleta de colores empleada es una coctelera de emociones.Utiliza colores brillantes y fluorescentes para acompañar las emociones más estridentes del protagonista, aunque también hay momentos para los tonos pastel, estos, los reserva para la calma o la ternura.
¿Qué nos enseña?
Nos enseña cómo ayudar a los pequeños a que reconozcan las emociones en las situaciones cotidianas, ha conseguido que sea un recurso muy cercano para los niños y niñas, se acerca a ellos con un lenguaje sencillo, con el recurso de la rima, la adivinanza y los temas de interés. La autora entra en su juego y en su mundo.
“Me regalan un patín nuevo”, “tocan al timbre y son los abuelos”, “ me dan un abrazo supermimoso”
Las transformaciones que sufre el protagonista del cuento ayudan al lector a identificar esa emoción de la que se habla, por ejemplo: “Los ojos se me salen de cara”, “mi piel se vista de manchas”, “me salen dientes afilados”. Desde luego no es que te salgan dientes de repente o te crezcan las uñas pero esa emoción invita a esos cambios físicos y en otras ocasiones sí que una emoción provoca esas transformaciones, por ejemplo: cuando alguien se pone colorado, o abrimos mucho los ojos, en definitiva el cuerpo habla al compás de las emoción.
Por último, cuando esa emoción invade a la persona ¿cómo la expresa?,¿cómo la gestiona? el protagonista lo tiene muy claro: tiembla, llora, ríe, se esconde, frunce el ceño, chilla…con estas reacciones damos pie a expresarse según el momento y la emoción que está viviendo sin limitar una única forma de demostrar el enfado o la alegría .
Es álbum que da mucho juego en las aulas y en casa. Se me ocurre que podemos iniciar un juego leyendo una emoción y después proponer una lluvia de ideas en la que se aporten más situaciones provocan esa emoción, imitar con gestos las emociones o incluso buscar disfraces con prendas u objetos que se tengan en casa o en el aula e intentar adivinar la emoción que se representa.
En definitiva, es una obra que ayuda a entender que sentir y expresarse es necesario.