#Yomequedoencasa , no es el eslogan de ninguna conocida marca, es lo que nos tenemos que repetir estos días hasta que todos y todas nos hagamos a la idea de la gravedad que implica salir de nuestras casas.
Dicho esto, os comentaré a modo de reflexión, la sensaciones que estoy teniendo estos días. Me voy a remontar tan solo al jueves 12 de marzo, cuando por mandato de las autoridades sanitarias y educativas asturianas se decide anular las clases presenciales. A partir de aquí empieza el bombardeo en los grupos de WhatsApp con mensajes, enlaces, vídeos, aplicaciones, listas de juegos, recetas y ofertas de canales de televisión que te ofrecen como emplear el tiempo en casa, solo ha pasado un fin de semana y he recibido enlaces decenas de mensajes de este tipo.
Al principio, los dos o tres primeros mensajes me resultaron hasta interesantes, los vi como ideas chulas para poder desarrollar en cualquier momento, no solo para la “cuarentena del COVID-19”, incluso muchos de los recursos los vi útiles para mis clases. Quiero creer que toda esta información que llega sobre planes, listas de tareas y canales de televisión son para dar ideas de cómo pasar el tiempo, sobre todo para los que tienen peques a su cargo, ya sabemos que tienen energía infinita. Después de pasar tres días recibiendo estos mensajes me estoy dando cuenta que están provocando un efecto contrario en mi, la sobreinformación genera ansiedad y pensamientos negativos sobre el tiempo que resta para no poder salir de casa. Y es que al final quedarse en casa parece que es algo negativo, aburrido y que hay que superarlo. Igualmente el hecho de estar con nuestros hijos en casa tampoco debe de ser visto como algo negativo o agobiante, esa sensación se la trasladamos de forma inconsciente.
Deberíamos pensar que los que nos quedamos en casa somos afortunados, a demás nuestro gesto de quedarnos en casa #salvavidas. Cambiemos el pensamiento, vamos a creer que #todosaldrábien y que estamos ante la oportunidad de hacer muchas cosas que otros momentos no podemos.
Debido al ritmo de vida que llevamos, yo personalmente, he deseado muchas veces poder quedarme en casa y disfrutar de una tarde de sofá sin hacer nada, o no poner el despertador a horas prohibidas para trabajar antes de que se despierten los peques. También he pensado muchas veces que ojalá tuviera más tiempo para poder hacer esas recetas que antes hacía, estrenar algún juego de mesa que tenemos guardado por falta de tiempo, realizar limpiezas atrasadas, hablar por teléfono tranquilamente con alguna persona, ordenar fotos, crear álbumes, leer porque sí o pintar esos mándalas que me regalaron hace años y podría seguir enumerando cosas que hacer.
Teniendo en cuenta que en estos momentos #quedarseencasaesundeber, aprovechemos esta situación y hagamos de esto una oportunidad para conocernos un poco mejor, para pasar ese tiempo con las personas con las que vivimos. No sé, seguro que muchos y muchas echáis en falta eso de parar un poco para disfrutar del día a día; pensar y reflexionar sobre el ritmo de vida que llevamos; planificar, organizar y valorar nuevos proyectos que nos entusiasman o dejar otros que ya no nos aportan nada, en definitiva, apagar el piloto automático para volver a disfrutar de la vida plenamente.
Tenemos la gran suerte que una gran mayoría de la población cuenta con aplicaciones como WhatsApp con las que se pueden hacer videollamadas, pues es un buen momento para hacer esas llamadas a los familiares y amistades que no podemos ver, ¡aprovechemos la tecnología!
Por otra parte yo creo que para poder controlar estos pensamientos negativos deberíamos limitar ese exceso de información, sobre todos si hay peques en casa, ¿ cómo hacerlo? se me ocurre que se pueden evitar tener los medios de comunicación ( radio y televisión) continuamente encendidos y elegir un momento del día para informarse si es posible a través de la lectura en pantalla. Además así, ni los menores ni los adultos, estaremos saturados de información continuamente y nuestra mente podrá estar disponible para otras cosas.
Establecer #rutinas a lo largo del día también nos ayudará a controlar esos pensamientos, muchos de los que nos quedamos en casa tendremos que teletrabajar y si tienes peques en casa será necesario organizarse bien, quizás sea necesario hacer turnos de trabajo en casa si sois dos los que permanecéis en el hogar.
Las personas que tenéis peques en casa, seguro que desde los centros educativos ya se han puesto en marcha y por diferentes vías os han hecho llegar a las familias actividades de refuerzo y ampliación. Aquí os diría que respetáis las pautas que os dan desde vuestros centros. No se trata de que sustituyáis a los profesionales de la enseñanza, se trata de continuar con una pequeña rutina para refrescar o reforzar contenidos que se han trabajado, no hagáis más trabajo del que os pautan por día, si adelantáis trabajo se corre el riesgo de quemar los recursos antes de tiempo. No juguéis a realizar un homeschooling, no es necesario.
Entre las rutinas diarias introduce actividades diversas, aprovecha para hacer todas esas cosas de las que hablaba antes y que se tienen pendientes por falta de tiempo.
Y como no podía ser de otra forma, la lectura podría ser una de las mejores opciones para disfrutar del tiempo en casa, con lo que aprovecho para recomendaros una lectura muy bonita.
¿Qué haces con una oportunidad? Kobi Yamada y Mae Besom. Editado por BiraBiro.
Recomendada a partir de 5 años.
A lo largo de la historia veremos por los procesos que pasa nuestro protagonista cuando una oportunidad se le presenta, seguramente que cualquiera de nosotros podríamos identificarnos fácilmente con todas las emociones que siente: miedo, emoción, frustración, dudas, valentía… Y es que las #oportunidades llegan sin avisar, por eso cuando pasan en muchas ocasiones nos asustamos y las dejamos volar. El miedo al cambio y a lo nuevo nos puede más.
Una lectura para compartir con los más pequeños de la casa o del cole pero también con nuestros adolescentes y mayores.
#quédateencasa