Hoy le toca el turno a “El barco de Ernest Shackleton” de David Aceituno. Jotaká. Editorial Atronave.
Recomendado a partir de 6 años ( lectura autónoma)
“El barco de Ernest Shackleton” está dentro de la colección de la Editorial Astronave que a través de un objeto nos dan a conocer una personaje importante en historia.
En este caso el objeto elegido es el Endurance, el barco que seleccionó Ernest Shackleton para su aventura, un navío de fabricación noruega preparado para navegar por las aguas más salvajes que rodean al continente helado.
Confieso que conocía de una forma muy peregrina la historia de este explorador. Antes de leerme el libro me documenté y quise saber un poquito más del protagonista. He leído sobre la expedición, anécdotas, he visto fotografías del “Endurance“, de la tripulación, Del Mar de Waddell e Isla Elefante… y después, me dije: ¡Vamos a ver como me lo cuentan David Aceituno y Jotaká!
Tengo que decir que lo han hecho de una manera muy bonita y respetuosa, la historia de Ernest Shackleton para mi no es solo una aventura de tantas que tienen los exploradores, en esta caso Ernest Shackleton es una historia de supervivencia, de liderazgo, resiliencia y de compañerismo. Él y su tripulación sabían que se embarcaban en una misión casi imposible, asumieron los riesgos y zarparon pero lo que nunca se imaginaron es que su aventura no sería cruzar el continente helado sino sobrevivir en los gélidos mares de la Antártida, ver cómo se hundía el “ Endurance” y esperar a su rescate y es que apenas se pudieron acercar a su destino.
David Aceituno nos narra cómo pasaron sus días y Jotaká nos lo muestra a través de sus ilustraciones, ambas formas de contar la historia se complementan, nos han metido de lleno en la aventura, han sido capaces de encogerme el corazón al despedirse de sus tripulación animal, de llenarme de esperanza con los nuevos retos que se planteaban y alegría al ver que al final todos salía bien.
Para aquellas personas que desconozcan la historia, Ernest Shackleton es un explorador de mente inquieta que sueña con ser el primer hombre que atraviese la Antártida, durante mucho tiempo estuvo planificando su misión, cuando creyó que ya lo tenía preparado empezó a buscar personas que le acompañasen en su aventura.
En el libro aparece el anuncio tan cual se publicó, él no engañaba a nadie, ¡la misión era dura! Se encargó de conseguir fondos, personal cualificado y el barco perfecto para atravesar los mares que le llevasen hasta el continente, este sería el “Endurance” que significa, resistencia.
Zarparon un 5 de diciembre de 1914, y en enero de 1915 se quedaron atrapados entre enormes masas de hielo, pasarían casi 22 meses hasta que toda la tripulación pudo estar a salvo.
En esta historia quiero resaltar que el gran triunfo de la expedición fue la supervivencia de toda la tripulación, todo gracias a la gran calidad humana del equipo y al liderazgo de Ernest Shackleton.
Una historia entrañable, donde la aventura y los los valores del esfuerzo y el compañerismo están presentes.