En estos días en los que parece que solo hay inconvenientes, mi mirada se cruza con este libro y supe que hoy era el día perfecto. Ayer hablábamos de sobreprotección y nos vamos al lado opuesto, os hablo amor, generosidad y a saber soltar, aunque te mueras de miedo por dentro.
¿Recuerdas esas lecturas que cuando cierras el libro te dejan con una sonrisa en el corazón? Esta es una de ellas, por lo bien escrita que está, maravilloso texto de Gonzalo Moure y lo bellas que son las ilustraciones de María Girón.
“Mi Lazarilla, Mi Capitán”. Escrito por Gonzalo Moure e ilustrado por María Girón. Editado por Kalandraka.
Recomendada a partir de 6 años
Si tuviese que describir este libro con tres palabras diría: AMOR, ADMIRACIÓN Y SUPERACIÓN.
El amor es el motor de esta historia, un texto en forma de diálogo, entre un padre y una hija, que ahonda en el interior de los personajes.
El amor, en este caso, lo puede todo, la capacidad de amar de un padre a una hija hace que el déficit visual que padecen los dos, uno en mayor medida que el otro, se transforme en una oportunidad de ver el mundo de otra manera.
Una relación en la que los dos se necesitan y los dos ganan. En un hacer que la vida se normalice ante la adversidad, vemos como establecen un juego de camino al colegio, su juego.
Gracias a la forma de contar, con sus ilustraciones, María Girón y los protagonistas nos introducen en un mundo mágico en el que se entremezcla la fantasía y la realidad, un paisaje urbano lleno de adorables animales y vegetación que conviven entre semáforos y coches, dónde los leones, pavos reales, serpientes y tucanes se fusionan forma muy tierna y natural. Padre e hija van creando un juego metafórico entre los sonidos de la ciudad y los animales que la habitan.
El juego trasciende más allá cuando el padre muestra a su hija cómo a mirar sin los ojos, cómo es capaz de sentir la tristeza de quien se cruza en su camino, saber si el mar está bonito o reconocer a quién se cruza en su camino solo con escuchar sus pasos o percibir su aroma.
Un padre que enseña a su hija a caminar por la vida con alegría, a orientarse en medio de tanta oscuridad y a soltar su mano para que camine sola por la vida.
Una lectura llena de ternura, una historia digna de ser leída o admirada una y otra vez.