Mi infancia trascurre en un barrio en expansión allá por los años 80. Aun así, teníamos nuestros rincones, mi calle moría contra un pequeño bosque, separando una parte del barrio de otra, apenas un puñado de pinos, abetos y eucaliptos nos limitaban de otros pisos. Era un lugar donde nuestra imaginación volaba, podíamos ser lo que quisiéramos, entrar y salir, coger palos, piñas, piedras y seguir construyendo nuestros mundos una y otra vez, día tras día.
Este ha sido el recuerdo que me ha venido a la mente al leer la última obra escrita por María Núñez e ilustrada por Avi Ofer. Editada por Triqueta Editoria
“Nuestro rincón” Marina Núñez. Avi Ofer. Triqueta editora
Recomendada a partir de 6 años.
¿Qué nos cuenta?
Samira, se ha levantado hoy con una triste noticia. El rincón donde juegan y pasan sus tardes, desaparecerá. Grandes y pequeños llevan atesorando recuerdos en ese espacio desde hace muchos años, no es de nadie y es de todos.
Las ganas de conservar esos recuerdos hacen que comiencen a cuidarlo más que nunca, quieren demostrar que ese lugar está vivo y le queda mucho que aportar.
Lo que nunca podían imaginar fue lo que les pasó una tarde cualquiera en su rincón.
Y hasta aquí puedo contar, no quiero destrozar el final, prefiero que lo descubras por ti mismo.
¿Qué nos aporta la obra?
Una vez más, Marina Núñez y Avi Ofer, se han se han vuelto a unir para hacernos despertar ante tanto letargo. En esta obra nos invitan a retroceder 30 o 40 años a “nuestros rincones favoritos,” cuando estar en la calle, en la plaza, o en el descampado detrás de casa era tiempo de calidad para la infancia. Espacios que se reivindicaban, como en esta historia, de todos y de nadie, espacios que nos hacían más humanos, ser parte de algo.
Una historia que está basada en muchos hechos reales, donde gracias al cuidado, sus habitantes vieron una forma de permanecer unidos para conservar su rincón.
Las ilustraciones sencillas, de trazos rápidos y a modo de boceto, con una paleta de colores suaves nos hacen volver a recuperar en esos lugares, a retroceder a nuestra infancia y atesorar esos recuerdos más que nunca.
Doy gracias por esta obra, porque sus creadores nos han regalado el final feliz que en nuestra época no fue posible.
Te invito a leer “Nuestro rincón”, desde la mirada de niño o niña, conectando con tus recuerdos, con tus lugares favoritos para jugar. Después compártelo, con nosotros pero sobre todo con los más peques, háblales de esos lugares y en qué se transformaban cada tarde que conozcan otras formas de estar en la vida.
Esta obra ya forma parte de La Crisálida.