Hoy me gustaría hacer un guiño a mis compañeros de profesión, con todo mi cariño les mando un abrazo cargado de energía de la buena, para ellos y ellas va esta recomendación del viernes.
«Semillas». Desireé Acevedo. Editorial Peguin Random House ( B de Blok)
Recomendado para todas aquellas personas que se dedican a guiar y acompañar a pequeños/as y grandes.
¿ Qué nos cuenta?
Desireé Acevedo nos relata de una forma metafórica cómo el maestro o maestra es guía y acompañante de los niños y niñas en su proceso de crecimiento. Un docente es como un/a jardinera/o que siembra en nuestros hijos/as amor, ternura y complicidad para que crezcan sanos de mente y corazón. El maestro o maestra es paciente, observador, no juzga, los quiere tal y como son, con toda su hermosa diversidad.
El álbum es prefecto de principio a fin, cuida cada una de las palabras e imágenes.
Aprovecho para hacer algunas reflexiones en voz alta, relacionadas con las ideas que Desireé nos regala en su libro.
Nos habla de observar, el verbo por excelencia de los docentes, un docente que mira y ve a través de los ojos de sus alumnos/as, es el que empatiza y comprende sus necesidades.
Pienso en el momento más importante del día, la entrada, recibes a los niños y niñas en el patio, los observas. Ves cómo llegan, si están disponibles para el aprendizaje o tienen alguna preocupación. Es un buen momento para intercambiar algún gesto de complicidad, una sonrisa o un guiño acompañado de «un buenos días, ¿qué tal estás hoy? ¿has dormido bien? «, te fijas qué pasa y cómo están.
Desireé nos habla de acomodar y llenar las macetas con mimo y sin prisa. Son esos momentos iniciales de escolaridad, que pueden ser sesiones o días, cada curso y niño/a lo que necesite, que le sirve tanto al docente como al alumnado para conocerse, establecer una relación de confianza y que ambas partes se sientan seguras y cómodas, solo así será posible que fluyan los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Si nos vamos a los alumnos más grandecitos, «acomodar y llenar las macetas con mimo y sin prisa» me recuerda al instante en el que subimos al aula, los alumnos/as se quitan los abrigos, charlan en la percha, van tomando asiento y llega la calma poco a poco para poder empezar la mañana, por desgracia hay ocasiones, que cegados por las prisas, hemos pretendido que lo hagan todo rápidamente, que se sienten y que ya estén atentos, porque «hoy tenemos que trabajar y estamos muy apurados»,¡no falla!, siempre hay algún alumno/a que te pone en la vida rápidamente y a su manera te dice,«¡ tranquila profe que acabamos de llegar, déjanos posar!». Hagamos caso a Desireé y acomodemos con mimo y sin prisa a los alumnos/as. No les metamos prisa, respetemos sus ritmos y sus momentos, mejor poco y bien que mucho y mal.
Para terminar, hablemos de diversidad, nos escribe, «unas plantas necesitan mucha agua otras poca, unas plantas necesitan mucho sol, otras poco» esa es la atención a diversidad. Porque ser diferente es inherente al ser humano, y dar a cada uno lo que necesita, es saber mirarles y escucharles, respetar sus ritmos y no comparar los progresos. Eso sí, hay una cosa que todos necesitan para poder florecer, el cariño, eso no falla. Luego es tan bonito ver como cada plantita crece a su manera.
Darle la gracias a Desireé por contar las cosas tan bien, con sus palabras, ha sabido plasmar la verdadera esencia de la escuela que prepara para la vida.
Un libro imposible de no regalar si tienes una maestra o maestro cerca al que aprecias.
Que el mundo se llene de maestras y maestros jardineros, que planten semillas de amor, confianza, cariño y respeto, porque de sus semillas vendrán sus frutos.