El 5 de noviembre se celebra el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, incluido el Ciberacoso. «(…)esa espada de palabras que , cada vez que te insultan y te dicen cosas feas, es como si la desenvainaran y te empezaran a cortar y destrozarte por dentro, matándote en vida(…)» Fragmento de «Subnormal, una historia de acoso escolar»
El primer jueves de noviembre de cada año se celebra el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, incluido el Ciberacoso. Con esto, se busca acabar de una vez por todas con un tipo de violencia, que afecta a la población infantil a nivel mundial y que provoca terribles secuelas psicológicas.
En La Crisálida queremos hacer visible esta devastadora realidad, no miramos para otro lado o decimos «es cosas de críos». Nos hacemos eco del testimonio de un niño de 4º de Primaria para mostrar al mundo cómo se siente una persona cuando la agreden verbalmente, y no, no puede gustar a nadie que le insulten, lo mires por donde lo mires, no es agradable sentir cuchilladas con cada una de las palabras. El poder de las palabras es infinito, la intencionalidad con la que se dicen, las personas de las que proceden, quién las escucha, dónde se dicen… Son muchos los niños y niñas que sufren algún tipo de acoso o abuso ( verbal, físico, cibernético…) y en muchas ocasiones de quien menos se espera.
Hoy os presento:
«Subnormal, una historia de acoso escolar»Fernando Llor. Miguel Porto. Evolution Cómics.
Lectura recomenda a partir de 10 años, se recomienda una lectura acompañada por un adulto.
Aclarar que el título del cómic, no conlleva en absoluto ninguna intención o connotación despectiva. El motivo de este título es mostrar la «espada de palabras» con la que rompieron y destrozaron por dentro al protagonista, haciendo alusión explícita a lo que le llamaban en su niñez.
¿Qué nos cuenta?
Es el relato desgarrador de un hombre, que a los 11 años quiso quitarse la vida para dejar de sufrir. Ese hombre es Iñaki Zubizarreta ( ex-jugador de baloncesto de ACB). Iñaki un niño grande y bueno, acudía a la escuela día a día, hasta que comenzó a ser objeto de burla, y la escuela se convirtió en su pesadilla, su cárcel, no había refugio para él, ni en adultos ni en sus iguales. Solo veía miedo, desesperación y abatimiento, hasta el punto de llegar al suicidio, que por suerte no se consumó.
Lo único que le salvó fue el deporte, sus compañeros de equipo y la familia que le apoyaron en todo momento. Gracias al baloncesto salió de su infierno, su altura ya no sería objeto de burla sino una cualidad a destacar como deportista, acumulando éxitos. Actualmente, es fuente de inspiración para cientos de niños y niñas que escuchan su vivencia.
Nos encontramos ante una historia en formato cómic, que relata con mucha dureza cada una de las etapas que vivió Iñaki, empezando con los insultos, desprecios, mofas ( llegaron a cambiarle el nombre para reírse de él). Sufrió agresiones y vejaciones, en ocasiones las agresiones se sucedían fuera de los muros del centro escolar, pero la mayoría fueron dentro. En su relato se refleja la indiferencia del adulto, que permite y mira para otro lado, bajo la cobarde frase de «no pasa nada, es cosa de chicos». El desconocimiento de la familia, la sospecha y la certeza cuando ya ven a su hijo medio muerto en la camilla de un hospital, fruto de una brutal paliza.
Iñaki sale adelante porque tiene gente que le quiere, le apoya incondicionalmente, vemos a un Iñaki adulto, recordando cada uno de los pasajes de su infancia, pero hay un hecho que le hace regresar al pasado, la noticia de un suicidio infantil. Esa noticia desata en él sus recuerdos más oscuros y pretende venganza, afortunadamente esa venganza nunca llegó, e imperó la palabra, el ejemplo, la cordura y el buen corazón de nuestro protagonista.
¿Qué nos enseña?
Durante la historia podemos ver como nuestro protagonista sufre en silencio, se avergüenza, se siente culpable, y no sabe como gestionar la situación, no se atreve a contar a su familia el infierno que está pasando. Esta solo, desvalido e indefenso.
Estamos ante una historia muy dura, convertida en un mensaje de esperanza, un mensaje para todos aquellas personas que en algún momento de su vida han sufrido o que están sufriendo, que sepan que no son culpables, ellos y ellas no tienen la culpa, no se tienen que avergonzar, responsabilidad recae sobre el agresor/a.
Es una historia para los que miran y no hacen nada, es cierto que en ocasiones la edad, la indefensión, el miedo, el no saber gestionar, la cobardía, hacen que se queden mirando; pero si alguien está sufriendo, lo difícil es no hacer nada, un gesto de apoyo, un aviso a un adulto, un acompañamiento, puede haber muchas formas de ayudar, no se trata de ser agresivos sino ganar la partida con la palabra. Es importante despertar la conciencia social entre nuestros pequeños y pequeñas y que actúen ante las situaciónes de injusticia, «el que calla, consiente, la solidaridad nos hace mejores y más felices».
Y para aquellos/as que agreden de algún modo, ya sea un insulto, una «broma», un mensaje, una mentira, o físicamente, es necesario que escuchen, lean y vean el daño que están causando. «¡Basta ya!Tratame con respeto» es la frase que emplea Iñaki en sus charlas con los jóvenes para acabar sus encuentros.
«Subnormal, una historia de acoso escolar»Fernando Llor. Miguel Porto. Evolution Cómics. ya está disponible en tienda.