Campeón

Todos los miembros de la familia de Lucca eran grandes campeones, pero él no. No se parecía al resto de su familia. No era un campeón, no le gustaba serlo y ni siquiera tenía un lunar en la parte superior del labio como el resto de su familia, que estaba muy decepcionada de él. Hasta que un día, Lucca reflexionó por un momento.

Un libro que nos hace reflexionar sobre la necesidad de inculcar nuestros deseos y pasiones a nuestros hijos o bien, si lo que realmente es necesario es escucharles y aprender a saber qué es lo que  ellos quieren ser de mayores.

Es bueno transmitir nuestras tradiciones pero podemos provocar un efecto contrario.