Cuando perdí la cabeza

¿Dónde tienes la cabeza?», les solemos preguntar a los peques cuando andan con la cabeza en las nubes.

Esta es la historia de un niño que, de tan despistado, la acabó perdiendo de verdad. Ahora la cabeza viaja con sus pensamientos recorriendo el mundo de punta a punta. La realidad, entretanto, intenta reclamar su atención, sin mucha fortuna, para atender las tareas del día a día. ¿Habrá alguna manera de recuperar la cabeza?

La comunicación entre adultos e infantes no siempre es fluida. Los niños y niñas tienen una rica vida interior que los adultos, con sus prisas y exigencias, no siempre comprenden. Esta riqueza choca con las exigencias del día a día del mundo de los adultos. El resultado es una serie de desacuerdos que se hacen perceptibles en la vida de nuestro protagonista, hasta que un nuevo encuentro lo devuelve a la realidad… siquiera por unos instantes.