Érase dos veces el barón Lamberto

«Érase dos veces el barón Lamberto» es un relato divertido y disparatado que, a lo largo de doce capítulos y un epílogo, cuenta las peripecias de un anciano y adinerado aristócrata que, poniendo en práctica un antiguo remedio egipcio, experimenta una progresiva mejoría en su salud, entre otros sorprendentes efectos.

«El lago de Orta se encuentra en medio de las montañas.
En medio del lago de Orta, aunque no exactamente
en el medio, está la isla de San Giulio. Y en la isla
de San Giulio está la villa del barón Lamberto, un señor
muy viejo (tiene noventa y tres años), sumamente rico
(posee veinticuatro bancos en Italia, Suiza, Hong Kong,
Singapur, etcétera) y siempre enfermo…»

Se trata de un texto con una elaborada estructura narrativa, llena de puntos de inflexión que introducen nuevos personajes y tramas que mantienen en vilo la atención y el interés lector. La naturalidad y la fluidez del estilo, la precisión en la descripción de lugares o sucesos y la riqueza léxica nos plantean si estamos ante una historia real o ficticia; muestra de hasta dónde Gianni Rodari es capaz de transportarnos con la imaginación. Destaca sobre todo el humor inteligente a través de juegos de palabras, diálogos surrealistas y recursos de la literatura del absurdo que nos sitúan ante una prosa brillante.

En consonancia con su compromiso social, Rodari también introduce reflexiones éticas sobre temas como el materialismo, la maldad, los derechos laborales o el sensacionalismo informativo. Porque su fin primordial como autor era reivindicar el inconformismo, la rebeldía e incluso la libertad del público para cuestionar el rumbo del cuento.

Las ilustraciones de Javier Zabala son cómplices de ese tono humorístico con trazos irregulares y abocetados, escenas abiertas a la fantasía y con cierto simbolismo.