La semana pasada os daba pistas de cómo se pueden organizar las rutinas en los días de verano y os prometí que hablaríamos de la parte de “tareas escolares”, bien, estamos ante un tema rodeado de polémica. Deberes sí, no, un poquito cada día…
Yo tendría en cuenta tres cosillas antes de decantarme por una postura:
La primera, el descanso, soy partidaria de dejar descansar a los niños y niñas, el curso se hace complicado sobre todo si pensamos en cómo se lo tenemos organizado, aunque siempre hay excepciones.
La segunda, el sentido común, claro está, esto es muy relativo, yo hablo desde mí sentido común (un reducido punto de vista).
Y tercera, personalizar, cada niño y niña es un mundo, y por lo tanto hay que darle a cada uno lo que necesita. Los padres conocéis a vuestros hijos y si tenéis dudas sobre lo que necesitan en el plano académico, los profesionales que trabajan con ellos os pueden aconsejar. Habrá maestras y maestros que os propongan orientaciones y recomendaciones para el verano. Otros os dejarán vía libre para que decidáis, algunos os recomendarán lecturas. Luego habrá papás y mamás que decidiréis seguir estás pautas o no, o simplemente comprar un cuadernillo de vacaciones. Todo está bien, teniendo en cuenta las tres premisas anteriores:
Descanso, sentido común y dar a cada uno lo que necesita
Yo aquí puedo hablar de aspectos generales ya que no escribo para alguien en concreto.
Los que ya me conocéis, sabéis que mi tarea de verano favorita es la elaboración de un diario de verano. Con esta actividad se está fomentando la creatividad, la expresión oral y escrita, la planificación del pensamiento, el recuerdo, el orden…
El diario se puede desarrollar en una libreta de las que quedan empezadas del curso o comprar un cuaderno molón y pegatinas para ir decorándolo.
¿Cómo desarrollar la idea del diario?
¿Para qué edades?
Puede hacerse para todas las edades desde que comienzan con la lectoescritura, lo que hay que tener en cuenta es el nivel de desarrollo, lo que es capaz de hacer cada niño o niña, y sus gustos (si les gusta escribir, dibujar o hacer manualidades ), en función de estas cosas el diario puede ser más artístico, narrativo, fusión entre ambos .
¿En qué momento del día?
Yo recomendaría hacerlo al final del día o cuando al niño o la niña le pase algo divertido, emocionante o algo que quiera expresar.
Con los más pequeños sería recomendable que un adulto esté con ellos, no para que se lo haga sino para que ayude a recordar lo que han hecho o planificar el escrito, por ejemplo, haciendo una pequeña lista de cosas que han hecho.
¿ Qué poner en el diario?
En un principio sería para escribir lo que se ha hecho en ese día, o si hay algo emocionante que destacar ( una excursión, un juego chulo, una nuevo amigo/a, anécdotas divertidas o incluso algún disgusto o reflexión).En el diario se pueden incluir dibujitos o adornar el escrito con pegatinas o sus propias creaciones.
Si algún día se está muy cansado, se puede sustituir el escrito por un dibujo o una foto, o no hacerlo, ya que el enfoque de la actividad tiene que ser voluntario y para que se divierta.
Sería muy bonito guardar los diarios del verano para que cuando se acaben las vacaciones se pueda volver a ver o releer y recordar lo que se hizo durante las vacaciones, si los niños quieren pueden llevarlo al cole para compartir sus aventuras con sus compañeros.
Buscando y rebuscando los mejores libros para La Crisálida, me encontré este fabuloso y divertido libro, según lo abrí parecía que me estaba leyendo la mente, está genial, tiene un formato ideal para llevarlo a todos los sitios y recoge todas las ideas que he comentado anteriormente.
“Mi diario de verano”. El Hematocrito y Yimeisgreat. Ed. Blackie Books.
Este diario está pensado para que las niñas y los niños puedan escribir de una forma creativa qué les sucede durante cada día de sus vacaciones.
Se divertirán escribiendo, ejercitarán su memoria, harán volar su imaginación y tendrán un recuerdo para toda la vida.
El libro incluye:
- Una página para cada día del verano, así podrán apuntar lo que les ha pasado.
- Trucos y consejos para imaginar un verano 10.
- Días especiales con ejercicios de escritura creativa.
- Pasatiempos divertidísimos.
- Listas de planes, ideas, libros, videojuegos, canciones…
- Rankings de los mejores momentos de tu verano.
- Ideas para dibujar, escribir…¡y vivir!
Hay muchos padres, madres, abuelos/as, amigos/as de la familia que les gusta hacer un regalo a final de curso, personalmente creo que el mejor regalo es mostrar el orgullo hacia el trabajo bien hecho, el esfuerzo realizado y la capacidad de superación de los estudiantes que nos rodean, pero si os apetece además hacer un regalo físico, regala palabras, historias y muchos viajes a través de los libros. En este caso “Mi diario de verano” es una opción muy bonita.
Espero que os haya resultado de ayuda la idea que os he propuesto. Y cómo todavía quedan muchos aspectos del verano por cubrir, en el próximo post os hablaré del “Kit del verano”, érase una vez una mochila pegada a un niño o niña.