Carocho llega para enseñarnos que se pueden guardar las cosas más bellas sin que ocupen espacio, hoy aprenderemos dónde.
Después del feliz ajetreo de estas fechas, y el paso de la Señora Filomena, comenzamos el año con muchas ganas y cositas lindas. Recupero reseñas que me quedaron pendientes, comienzo por “Carocho”, mi querido Carocho, yo me siendo como él y ahora sabréis por qué.
“Carocho”, escrito por Desirée Acevedo e ilustrado por Enrique Quevedo, editado por la Editorial Abresueños.
Recomendado a partir de 4 años y recomendable para todas las etapas de la vida.
¿Qué nos cuenta?
Carocho es un escarabajo pelotero muy sensible que aprecia todo lo que le rodea, según va descubriendo cosas y conociendo a nuevos personajes, va atesorando objetos que le regalan o se encuentra en el camino. Llega un momento en el que no puede cargar con todos y decide hacer con ellos una gran bola, de esta forma podrá rodarla y desplazarla con él.
Como es de esperar, la bola aumenta de tamaño en poco tiempo, un día subiendo una gran cuesta ya no puede más y se ve en la triste circunstancia de dejarla rodar hasta perderla de vista.
Gracias a la lluvia que cae en ese momento, Carocho se da cuenta que hay cosas que no se pueden guardar físicamente, como el olor de la tierra de mojada, son de esas cosas que se guardan el recuerdo. Y así, recordando y guardando todo lo bello que había tenído, Carocho emprende un nuevo viaje.
¿Qué nos enseña?
En el fondo todos somos un poco “Carocho”, es sin duda un personaje entrañable, nos enseña a que las cosas más bellas se pueden almacenar en nuestros recuerdos, estos no pesan y los puedes llevar siempre contigo.
El apego a las personas y los objetos lo desarrollamos desde que nacemos, tener cerca determinados objetos y personas nos aporta seguridad y tranquilidad. En ocasiones almacenamos objetos que nos recuerdan a alguién o a una época vivida, otra veces los guardamos pensando que volveremos a utilizarlos y al final no es así. Carocho en este caso guarda los objetos porque para el son bonitos y le reconforta tenerlo cerca.
Es evidente que carocho no puede seguir almacenando objetos y llega el momento de dejar marchar, me gusta mucho como Deserée nos describe este proceso, Carocho suelta la bola, quizás sea lap arte más complicada, porque en ocasiones o sueltas o te arrastra, después de soltar aparece la lluvia, es el duelo, la lluvia te ayuda a limpiar por dentro y por fuera; la lluvia es limpieza, es llanto, es prepararse para volver a empezar.
Las ilustraciones y la composición del relato son una maravilla, Enrique Quevedo ha ilustrado a un Carocho tierno, con ojos saltones, rodeado de mucha vegetación con una paleta de colores muy llamativos. A lo largo del libro se juega con la posición del cuento aparecen ilustraciones a doble página en vertical, de tal forma que tenemos que girar el libro para poder apreciarlas. Un gran trabajo de equipo, autora, ilustrador y editorial.
Carocho ya está disponible para su venta en La Crisálida.