Anestesiada, sin querer pensar en cuándo y dónde será la próxima bomba que caiga. Sin querer tomar decisiones, evitar querer para que no duela la pérdida. ¿Cómo es vivir muriendo?

- Texto: Marina Aguirre
- Ilustración de portada: Sandra Rilova
- Editorial: S.M
- Edad recomendada: +13 años
- PREMIO GRAN ANGULAR 2025.
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Lesya, tiene 17 años y la guerra ha destruido su casa, el internado en el que vivía y ha puesto miles de kilómetros entre sus padres y ella, está “atrapada” en una ciudad incierta.
Lesya decide honrar a los muertos, abre un perfil en Instagram @honramosanuestrosmuertos, y cuelga obituarios de los fallecidos, unas veces los conoce y otras no, elabora sus palabras a partir de la información que le llega de sus familiares y seres queridos. Lesya quiere que el mundo entero sepa que los muertos de guerra tenían nombre, edad, pasado, y proyectos de vida.
Su vida empieza a dar un giro cuando conoce a un chico a través de las redes sociales, Ilya, 19 años, estudiante de medicina que pasa su tiempo libre haciendo voluntariado en un hospital.
¿Quién es Ilya en realidad? Ilya y Lesya tienen en común un muerto. Su amistad les hará descubrir lo necesario que es comunicarse con las personas que tienen a su lado, aprenderán a purgar sus errores del pasado y verán que no es tan difícil hacer planes de futuro.
¿Qué hemos descubierto?
Estamos ante una novela que nos enfrenta a diversas realidades dolorosas, la primera, la vulnerabilidad de las guerras, pasas de vivir en una ciudad maravillosa, con una vida acomodada, planes de futuro y antes de que te des cuenta, te quedas sin familia, sin vivienda y con un futuro incierto. Durante la novela, con los diferentes personajes que vamos a conocer, veremos algunos de los traumas que una persona puede desarrollar durante un proceso de guerra.
La nueva misión de Lesya, le ha generado una adición al móvil, se pasa las horas pendientes de las notificaciones y los comentarios a sus publicaciones. El móvil es su anestesia, su excusa para no vivir, o tener que tomar decisiones, le provocará conflictos de convivencia e incluso pondrá en riesgo sus amistades, este no es un problema generado por la guerra, es un problema que afecta a muchas personas en nuestra sociedad, la forma en la que evoluciona el personaje nos ayudará a reflexionar sobre cómo gestionamos nosotros mismos las pantallas.
Más temas de los que podremos hablar y reflexionar cuando acabemos de leer la novela son, la gestión de las emociones, el acoso escolar, las relaciones familiares, la responsabilidad , la toma de decisiones y el permitirse ser feliz, aunque el entorno sea hostil.
Admiro como la autora me ha sabido poner en el lugar de la protagonista, desde mi situación fuera de peligro, he podido me he podido acercar a ese vacío que deja la ausencia de planes de futuro, esa imposibilidad de sentir para no sufrir y esa dificultad para dar un paso adelante con la vida, aunque duela.
Marina Aguirre utiliza la tinta roja para dos situaciones a lo largo de la novela, para remarcar los obituarios de las personas muertas y para comenzar cada capítulo indicando el tiempo de uso del móvil.
No puedo dejar de comentar la maravillosa portada que ha realizado Sandra Rilova, si observamos detenidamente podremos descubrir detalles importantes que aparecen en la novela, Sandra utiliza el cuerpo de una chica dormida como como paisaje, en en su mano un móvil y sobre su mano otra mano, no podemos saber la intención de esa mano (salvar, arrastrar o retirar el móvil) . Entre el paisaje, una ciudad, y en el cielo negro las estelas de los aviones y bombas.
Una novela muy recomendable para leer en IES, hogares y clubs de lectura.
¿ Te atreves con la lectura?